Con el viento a favor
navegas hacia el pandeado horizonte
partiendo el oceano en dos
como un profeta
Tus alas asidas al mástil
henchidas de arrojo
silban augurios
entre la densa niebla
Tu corazón traza la ruta
mientras los ojos callan
Los sueños estrellan en riscos
haciéndose espuma
Leviatán ríe
con tu fútil esfuerzo
espera sereno
tu llegada a su abismo.
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